Turrón de Fruta

A nuestro exquisito turrón de nieve (o sea, de mazapán, cuyo proceso es muy similar al de la yema aunque sólo incorpora almendra cruda y azúcar) le añadimos la especialidad de fruta confitada cultivada de forma natural y que proviene de nuestra tierra. El proceso es también totalmente manual. Cuando se ha logrado la masa óptima en las amasadoras, se extrae a mano el turrón para introducirlo en moldes. En ese proceso interviene mucha mano de obra, pues hay que colocar tres pisos por molde de fruta en sus tres variedades: calabaza blanca de color blanca, verde y roja.

Previamente, esta cabalaza ha seguido un proceso muy largo hasta su colocación en los moldes del turrón de nieve. Normalmente, el proceso se inicia en enero con los primeros tratamientos de la calabaza para que adquiera un primer endulzamiento en balsas. Depués, la calabaza pasa a otros recipientes en los que se vierte una primera fase de caramelización. Se cuece el azúcar a alta temperatura con agua y esa emulsión, con el color requerido, se arroja a esos recipientes, donde la fruta va adquiriendo el color elegido y convirtiéndose en confit de fruta. Tras descansar durante varias semanas en esas balsas, la fruta se introduce en otras mecánicas a alta temperatura durante una hora para que adquieran el punto final de caramelización y textura. Esa fruta se vuelve a dejar reposar para que se enfríe naturalmente en unas estanterías especiales antes de que se lleve a la sección del obrador para su uso en el turrón de nieve que acaba convirtiéndose en turrón de fruta. Un auténtico bocado delicatessem.

Ingredientes: Mazapán: almendra (47%), azúcar, agua, ralladura de limón, canela molida y conservador (E-200). Relleno de fruta confitada en proporción variable: (32%) (calabaza, naranja), azúcar, jarabe glucosa-fructosa, conservador (E-202), corrector de acidez (E-330) y colorantes (E-100, E-120 y E-142).

Contiene almendra.

Puede contener trazas de otros frutos de cáscara, cacahuete, huevo, leche, sésamo, soja y sulfitos.