fruta confitada

¿Fruta confitada o escarchada?

Tanto la fruta confitada como la escarchada son deliciosas recetas tradicionales transmitidas de generación en generación. En Turrones Sirvent las conocemos bien porque añadimos calabaza, sandía y cereza confitadas a nuestro turrón de mazapán. 

A lo largo de este artículo, desde Turrones Verdú Sirvent, como maestros turroneros, hablamos de las diferencias entre estas dos formas de conservar la fruta, sus usos culinarios y reposteros, cómo deben conservarse y dónde es posible encontrarlas. 

¿Qué es la fruta confitada?

La confitura es un método de preservación que consiste en cocer en almíbar. Este proceso elimina la humedad de la fruta y permite su conservación durante mucho tiempo sin riesgo de descomposición.  

El almíbar, rico en azúcar, crea las condiciones ideales para inhibir el desarrollo de microorganismos que podrían echar a perder la fruta. Al saturar el contenido de azúcares, impide el crecimiento y proliferación de hongos y bacterias responsables de la putrefacción. De este modo, el almíbar realiza una función conservante natural que mantiene inalterables las propiedades y el sabor por mucho tiempo. 

Así pues, tras la cocción en almíbar después se deja secar para que pueda preservarse sin necesidad de añadir conservantes artificiales. Por esto podemos decir que este método es el que nos permite conservarla de una forma más natural. 

La fruta abrillantada se suele asociar en España con la repostería navideña. Por ello, cuando se acercan estas fechas podemos encontrarlas a la venta y también observar su uso en dulces típicos navideños como los mazapanes o los turrones. 

Las variedades más populares para confitar son las naranjas, limones, cerezas, kiwis, piña, albaricoque, melocotón y peras. Las que tienen una textura firme y jugosa suelen ser las más apreciadas por los fanáticos de este dulce manjar. 

¿Qué es la fruta escarchada?

Por otro lado, la fruta escarchada pasa primero por el mismo proceso de confitado que la fruta confitada, la cocción en almíbar. Pero después se le añade una capa extra de azúcar para realizar un escarchado o glaseado. 

Este proceso adicional le da un aspecto más brillante y característico. Además, la fruta escarchada suele tener una textura más crujiente que la fruta confitada. 

Algunas de las frutas más típicas para escarchar son las cerezas, uvas, rodajas de naranja, trozos de limón y cortezas de cítricos. El azúcar es el elemento que realza su sabor ácido y aporta un delicioso crujido. 

¿Cuál debería elegir?

Tanto la fruta confitada como la cristalizada son deliciosas y se pueden usar de formas muy variadas en repostería. La elección entre una u otra dependerá del uso que se le quiera dar y de la textura deseada. 

La fruta confitada tiene una textura más blanda, es ideal para incorporar entera o troceada en recetas de dulces y postres. Mientras que la fruta escarchada, al estar cubierta de azúcar, es más crujiente y decorativa, perfecta para adornar tartas u otros postres. 

Por poner algún ejemplo familiar, la fruta confitada se presta más para rellenar mazapanes y turrones, mientras que la fruta escarchada luce espectacular decorando el típico roscón de reyes 

Por supuesto, la escarchada tiene un mayor contenido de calorías, a cambio de una textura más crujiente y placentera. Pero, las posibilidades de uso de las dos variedades son casi infinitas y depende de la imaginación de los reposteros. 

¿Cuánto dura la fruta confitada o escarchada?

La fruta confitada o escarchada puede durar hasta dos años si se almacena correctamente. 

Uno de los requisitos imprescindibles es guardarla en un recipiente hermético que la proteja de la humedad y la luz. Además, lo ideal es conservarla en un lugar fresco y oscuro, como la despensa. 

Por otro lado, si se guarda en el refrigerador, se puede alargar su duración incluso más de dos años. Eso sí, insistiendo en que esté bien cerrada al vacío. 

Lo más importante es evitar exponerla al calor para que no se reseque o estropee. 

En caso de que durante el almacenamiento la fruta se endurezca, se puede rehidratar calentándola suavemente con un poco de agua y azúcar. 

Tanto la fruta confitada como la escarchada son verdaderas delicias navideñas que se pueden disfrutar durante mucho tiempo si se conservan adecuadamente. Elige la variedad y textura que más te guste y consérvalas siguiendo unos sencillos consejos para tener estas golosinas siempre a mano. 

¿Dónde comprar fruta confitada o escarchada?

Durante los dos meses previos a la Navidad es muy fácil encontrar fruta confitada y escarchada en cualquier supermercado o tienda gourmet. Existen muchas marcas industriales que las comercializan, tanto marcas de prestigio como marcas blancas de cadenas de supermercados. 

Una opción alternativa es encargarlas en pastelerías y obradores que preparen estos productos de forma artesanal. Lo ideal es probar diferentes marcas y elegir la de mejor calidad en cuanto a sabor y textura. También es valorable el precio, ya que puede haber mucha diferencia. 

Y por supuesto, con un poco de paciencia también es posible preparar fruta escarchada o confitada casera siguiendo algunas sencillas recetas. Esto permite aprovechar las variedades de temporada y lograr un producto 100% natural. 

Disfruta descubriendo las múltiples posibilidades de sabor y textura de la fruta transformada con este sencillo método de conservación ancestral. 

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